Esperan agazapados
entre platos sucios,
asientos contables
o entre otros parados,
Aspiran al momento idóneo
al instante preciso
para asaltar y profanar
para violar y saquear.
Aguardan
con cuchillos entre los dientes
con palos, piedras, martillos,
palabras y gritos.
Armados sin uniformes,
sin guías
ni coroneles.
En sus ojos la ira,
el desprecio,
la arrogancia
que liquidarán este viejo nuevo mundo.
Mientras
el paro, las guerras,
los recortes y las burlas
de los de arriba.
Abajo, debajo,
esperan
esperan
y esperan.
Y no llega
el momento
y no ven
la ocasión
y no surge
el instante
y no corre
la sangre.
Y esperan
esperan
y esperan.