He vuelto a ver a Lukánikos
en primera línea
frente a los antidisturbios
durante la última huelga griega.
He vuelto a ver a Kanellos
bastardo mil leches
atravesando la pierna de un policía
con sus dientes, vieja estirpe
espartana.
He vuelto a ver a Grigoropulos
a Kaltezas
entre miles de estudiantes
de negro
no de luto
sino de guerra.
He vuelto a ver las torres gemelas derrumbarse
bombas sobre Belgrado
caer Bagdad.
He visto cadáveres flotando
lluvia radiactiva
y la cuarta guerra mundial.
Lo he visto
todo
sentado cómodamente
con un mando sin botones
frente a una pantalla
INMENSA.