miércoles, 15 de junio de 2011

LIEBHERR

Todas esas grúas
gigantes
que se oxidan
sin operarios 
ni trabajo
servirían
para colgar del cuello
a cuanto
político
constructor
banquero
o inversor
encontrásemos
a nuestro
paso:
podríamos
retransmitirlo
en directo
desde miles
de pantallas enormes
colocadas
por toda la ciudad.