Como la rama que cede ante el peso de la nieve
como el soldado que se ahoga en el desembarco de Normandía
como el tobillo que se rompe al comienzo del desfile
o el barco que se hunde tras el impacto de la botella de champán.
También soy
el tirador sin puntería de un pelotón de fusilamiento
el carcelero despistado que se deja las llaves dentro
el eslabón más débil de la cadena de montaje
de un carro de combate o de un misil tierra aire
que no
podrá
jamás
matar.