Ornitóptero (1962), de Fernando Zóbel |
Quiero que le pongas mi nombre a este desastre natural,
que la lluvia sea tormenta
y la brisa una galerna,
que el cemento sea barro
y los cristales alquitrán.
Quiero que llores hasta la última gota,
hacerte sudar y escurrir tus venas
hasta que los huesos claudiquen
derrumbándose sobre tus propios pies.
Quiero que te liberes de toda esperanza,
¡que te mueras!
que te engendres de nuevo y te levantes entre tus restos
y que grites como un recién nacido que no hay más ley
que la del hombre herido.
que te engendres de nuevo y te levantes entre tus restos
y que grites como un recién nacido que no hay más ley
que la del hombre herido.