tírate del pelo
patalea y rómpete la cara contra el suelo
venga
todo sea por evitar el pensamiento
la culpa que cargamos
sobre los nombres de los otros.
Qué difícil asumirla
que fácil esparcirla con el ventilador
qué gritos y qué histeria colectiva
qué poderoso mantra:
somos víctimas
víctimas del opresor.
Quién le dio poder al poder
quién compró sus productos
porque "lo necesitaba"
quién no dijo nada cuando él dijo aquello
quién dijo basta
cuando ya era muy tarde
quién pagó sus armas
quién cumplió sus leyes
quién asumió el dominio
en las cosas más pequeñas.
Nadie es inocente
hasta que se demuestre lo contrario
guárdate los llantos para cuando lo merezca
delegas tu culpa en tus representantes
la autoridad se impuso
porque tú no estabas antes.
Hace muchos años que te rendiste
aprendiste su idioma porque no quedaba otra
y ahora que lo sabes
sigues con lo mismo
no vaya a ser que seas un incomprendido.
A nadie le importa lo que tengas que decir
lo único que vale es lo que vayas a hacer
y hasta la fecha
cuesta reconocerlo
lo único que has hecho es alimentar al cerdo.