Hacemos lo que hacemos porque es lo que hay que hacer
ni buenos ni malos ni tiempos verbales
que los bosquimanos no puedan entender,
observar como extraños a la gente pasar,
malgastando el tiempo como si no fuese nuestro
y escuchando los secretos de los presos sin techo:
las hojas muertas flotan sin saberlo.
Todo lo que hacemos es para volver a lo mismo
descubrir tras el primer golpe que no somos de cristal
y las trampas en la cama para volver a sentir el mareo
porque todo pasa en un mismo momento
y eso lo entendimos:
las hojas muertas flotan sin saberlo.