viernes, 20 de abril de 2018

ЭRMITΛGξ

No estoy vivo
pero estoy viviendo.
Mala estrella de la nueva sensibilidad,
tintinea la campana de oro anudada
al otro extremo de la historia
y paso con los dedos rotos
las cuentas de las miserias
de los que precedieron.

Ha llegado el momento
pero no como creéis conocerlo.
El tiempo se hace carne,
se ramifica árbol de venas
y expresa el nuevo tiempo
al ritmo caprichoso
de los humanos que abandonan
su propia humanidad.

El lugar es ahora
pero no como esperáis encontrarlo.
Es bosque de huesos en la ciudad,
ligamentos y músculos entrelazados,
cuerpos hechos de otros cuerpos
que juegan y comparten alimentos
como si no hubiese un mañana
porque de todas formas
nunca lo habrá.