Quiero liberaros
de esos cementerios
podridos
invadidos por turistas
advenedizos
mediopensionistas
aburridos
de guías automáticas
y de comentarios franquiciados.
Quiero derribar
esas paredes
aislantes
muros de la vergüenza
del monopolio
de patrimonios y herencias.
Quiero desnudaros
salvajes
en las calles
libres
y que todos
-hombres y mujeres
niños y niñas-
os gocen
os follen
os amen
eternamente.