-Has perdido el rumbo.
-Nada tiene sentido, no hay rumbo ni dirección porque no hay un lugar de destino.
-No digas eso, la vida en sí es el sentido.
-Un sofisma precioso...
-Gracias
-... pero obligatoriamente falso.
-¿Por qué lo dices?
-Si algo existente tiene sentido únicamente por su acción de existir, es que no existe tal sentido.
-Explícate mientras me acabo el cigarrillo
-Si todo lo que "es" es todo lo que existe, el concepto de sentido no discrimina; si todo es un sentido en sí, nada lo es. No, ese sentido no significaría nada: decir que todo tiene sentido es decir que nada tiene sentido.
-No bebas tanto café.
-Es el cuarto, tranquila.
-Recurrir a Nietzsche o a Heidegger por la mañana es de mala educación.
-Estoy muy de acuerdo.
-Menos mal.
-La buena educación, en su sentido primero, es hacer sentir bien a los de tu alrededor.
-Entonces tú eres un maleducado.
-Calla. Las buenas costumbres y los buenos modales, en sus inicios, tenían un sentido: el de mejorar la convivencia.
-Te repites. Y ya llevas seis cafés.
-Capuchinos. La buena educación actual es una parodia, una serie de gestos formales y actitudes forzadas cuyo único objetivo, sentido, es el de intentar aparentar ser mejor que la otra persona. Es decir, es un mecanismo de pretendida superioridad. Es decir...
-¡Esdeciresdeciresdecir!
-Es decir... todo lo contrario a loa otra buena educación; hacer sentir inferiores a los que te rodean.
-Eso no justifica que te estés tocando los huevos ante mis ojos, cerdo.
-Estoy recolocándomelos, que es distinto. Además no hay nada de impúdico, a estas alturas, en todo mi cuerpo. Y si lo hay es problema tuyo, no mío.
-Claro, soy yo la que te ve luchando a dos manos contra algún tipo de monstruo emboscado en tu entrepierna. Pero el problema es tuyo, que parece que se resiste la bestia.
-¿Bestia? Un triste gusano ciego incapaz de comportarse acompañado de dos cucarachas obesas mórbidas. Eso es lo que son.
-Me vas a poner cachonda.
-Seguro
-Yo tengo un sapo gordo en mi entrepierna que siempre está hambriento.
-Qué asco
-Pobre... Tanto hablar del sentido de las cosas con un discurso averiado y vacío plagado de lugares comunes nihilistas y aun no sabes qué es feo y lo que no.
-¿La belleza? No me toques los cojones.
-Tranquilo, veo que tú solo ya te apañas. Un sapo no puede ser bello o feo porque simplemente es un sapo, una existencia animal incomparable, como cualquier otra, y por tanto imposible de definir como "guapo o feo" como especie, ya que no existe otra especie similar con la que compararla.
-Ya, pero tú has dicho un sapo gordo, no un sapo metafísico, uno gordo y obeso mórbido. De esos que tienen que sacar en grúa de su casa de Illinois tirando la pared del jardín porque ya no se puede levantar.
-¡Qué puto asco joder! He dicho gordo, no obeso, eso son tus cucarrachas.
-También.
-El otro día vi en un zapping de madrugada la historia de uno de esos yankees de 200kg con la gorra de la bandera confederada y la camiseta de tirantes de algún tipo de espectáculo de coches Big Foot.
-Monster truck
-Qué pasión por lo grande.
-Es pura opulencia. ¿Has visto algún chino que se parezca a Buda?
-Buda era nepalí.
-Es lo mismo. ¿Has visto alguno gordo como Buda?
-¿Otra vez con el sapo?
-Es el café.
-Siete o más.
-O más.
-¡Adicto!
-¡Puta!
-Siempre recurres a lo mismo.
-Escritura automática.
-"esdecir..."