Siempre camino, siempre.
Camino aunque mis botas
sean bombas nucleares
cabalgadas por un hombre
con sombrero porque hay días
que no mueren margaritas
tras mis pies.
Camino cuando llueve y el barro
atornilla los tobillos
como manos
de niños que no quieren
ser abandonados
otra vez.
Camino con las manos
soy un mono herido
con un palo y una piedra
que no sabe ya porqué.
Siempre camino, siempre.
Rompí mi bicicleta
y no la supe reparar.