Las ardillas rojas del reactor nuclear JEN-1
saltan de rama en rama cargadas de plutonio
evitando las miradas de los leucémicos.
En las copas de los árboles más altos
han construido nidos esféricos mutantes
donde almacenan piñas y semillas radiactivas.
La Organización Internacional de Energía Atómica
ha exigido a las ardillas rojas del reactor nuclear JEN-1
que les permitan inspeccionar sus instalaciones.
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Hace tres semanas que no se tienen noticias
de los inspectores de la OIEA
enviados a la Dehesa de la Villa.
El MOSSAD informa
que en el distrito de Shemiran,
en Teherán,
una antigua secta chií
ha comenzado a derribar minaretes
para plantar pinos en su lugar.