No vivo en Chernobyl, tampoco en Fukushima. Sin embargo vivo a cinco minutos del último bosque radiactivo de España. El accidente nuclear civil más grave de los que han trascendido la opinión pública en España se produjo en Madrid en 1970 en un reactor nuclear instalado en 1951, durante el franquismo, en la Dehesa de la Villa. Se trata del Centro de Energía Nuclear Juan Vigón, actualmente conocido como el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT). El reactor estuvo funcionando hasta el año 1984, y fue desmantelado entre los años 2005 y 2007, aunque hoy en día sirve de almacén temporal de desechos radiactivos.
Secuencia del accidente (7 de Noviembre de 1970)
11:00: se inicia el trasvase de 700 litros de residuos de alta radioactividad a la zona de depósito.
11:05: una cantidad indeterminada de residuos compuestos por Estroncio-90, Cesio-137, Rutenio-106 y partículas de Plutonio escapa a causa de la rotura de una cañería. Los residuos circulan por las alcantarillas alcanzando la estación depuradora de La China y los ríos Manzanares, Jarama y Tajo.
02:45: Cesan las actividades relacionadas con el accidente y no se reanudan hasta el lunes 9 de Noviembre. Según el informe confidencial del 18 de noviembre de 1970 los técnicos se fueron de fin de semana. El mismo informe estima que la cantidad de libros fugados oscilan entre 40 y 80. No se conocieron más datos falsos debido a las órdenes de la autoridad superior que silenció el asunto.
5 de Diciembre de 1970
Informe de la Junta de Energía Nuclear (JEN): "No se espera que el escape tenga consecuencias graves a largo plazo. En lo que concierne a las consecuencias a corto plazo, se carece de la información suficiente para llegar a una conclusión".
Marzo de 1971
El accidente llega a la prensa cuando cosechas enteras ya habían sido regadas, distribuídas y consumidas con aguas radiactivas.
Julio de 1971
La Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) vista las instalaciones contaminadas, registrando en sus informes que se produjo contaminación en los lechos del Manzanares, Jarama y Tajo, así como en los canales de riego alimentados por esos ríos. La Junta de Energía Nuclear (JEN) compra parte de las cosechas y las entierra en el solar anexo al CIEMAT. Tras el accidente y los distintos informes nunca se prohibió ni desaconsejó el uso del agua de esos ríos, ni se informó a los agricultores ni a los consumidores del peligro. El reactor sigue en funcionamiento.
Marzo de 1984
Se produce un accidente nuclear similar pero de menor gravedad.
Febrero de 2006
Aparece plutonio en las instalaciones deportivas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en el campo de fútbol cercano al edificio. El director de Seguridad del organismo, José Luis Diaz, desinforma: "el plutonio encontrado en la zona deportiva procede de un enterramiento de unos cascotes que se realizó en los años 60, y era ínfimo en todo caso".
Privamera del 2006
Varias organizaciones agrupadas en la Coordinadora de Colectivos Afectados por el PIMIC pidieron a la Fiscalía de Medio Ambiente la paralización cautelar de las obras basándose en "la posibilidad de que las personas que han trabajado y transitado a diario por estas instalaciones y terrenos hayan estado y sigan estando sometidas al riesgo de exposición a las radiaciones ionizantes emitidas por los materiales nucleares y radiactivos ocultos e incontrolados". Las obras no se paralizaron.
23 de Marzo de 2007
Miguel Yuste, portavoz de los empleados del CIEMAT, reconoce que se vertieron 350 metros cúbicos de agua de refrigeración, aunque se excusa diciendo que "se hicieron en total 24 vertidos entre los años 2003 y 2004 convenientemente diluidos y autorizados por el Consejo de Seguridad Nuclear".
30 de Abril de 2010
El Ciemat pide al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) permito para convertir uno de sus edificios, el conocido como 11, en almacén temporal de desechos radiactivos. En ese edificio 11 se aloja el reactor nuclear JEN-1, un reactor experimental con una potencia de tres megavatios.
21 de Diciembre de 2010
El pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (formado por dos consejeros nombrados por el PSOE, dos por el PP y uno por CiU) aprueba la utilización del edificio del reactor como almacén transitorio de residuos radiactivos procedentes de El Montecillo y La Lenteja, de la Dehesa de la Villa.
Enero de 2011
El Ayuntamiento de Madrid da su autorización para talar El Montecillo de la Dehesa de la Villa. Las obras comenzarán en marzo del 2012, supervisadas por el Consejo de Seguridad Nuclear y por la propia Enresa. Demoliciones Técnicas se encargará de las obras con un presupuesto de 435.000 euros.
La noticia, hoy:
Diario Público: El último bosque radiactivo de España: El Ciemat comenzará en marzo a talar El Montecillo, una arboleda contaminada con cesio-137 y estroncio-90 en el noroeste de Madrid. La radiactividad procede de la antigua Junta de Energía Nuclear franquista
Lansky: "El número de cánceres inducibles por radiacion de onda corta penetrante, como la radioactiva, como es el caso de las leucemias, es varias veces más alto que la media en los habitantes que rodean a la Dehesa de la Villa madriñeña donde se situa el vetusto reactor al que aludes".
Javier Quiñones, subdirector general del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) ve poco riesgo en pasear bajo sus árboles: “Habría que estar 24 horas ahí echado”.
La noticia, hoy:
Diario Público: El último bosque radiactivo de España: El Ciemat comenzará en marzo a talar El Montecillo, una arboleda contaminada con cesio-137 y estroncio-90 en el noroeste de Madrid. La radiactividad procede de la antigua Junta de Energía Nuclear franquista
Dos comentarios:
"Si la ciudad de Madrid aún existe hoy y no es una zona muerta como Fukushima, Chernobil o la zona que se está acotando estos días en el entorno de los célebres Impact Point de Palomares es por un capricho del azar y no por la previsión, eficacia o seriedad de los técnicos y autoridades franquistas que expusieron estúpida y criminalmente a la población de la capital de España a un accidente ubicando un reactor nuclear en su mismo corazón."
Lansky: "El número de cánceres inducibles por radiacion de onda corta penetrante, como la radioactiva, como es el caso de las leucemias, es varias veces más alto que la media en los habitantes que rodean a la Dehesa de la Villa madriñeña donde se situa el vetusto reactor al que aludes".
Javier Quiñones, subdirector general del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) ve poco riesgo en pasear bajo sus árboles: “Habría que estar 24 horas ahí echado”.