"Parabellum 9 mm", Jan Saudek |
Llevamos dentro el cadáver de un yo prematuro,
fango ácido con el que nos hicieron
a nuestra imagen y semejanza
ya desdibujada por la corrosión de los años,
por las prohibiciones de los juegos salvajes
y las risas sinceras.
Demasiado sinceras.
Sólo nos quedan los gases tóxicos,
un puñado de recuerdos cautivos en cuerpos grandes
de corazones encogidos, de sonrisas enlatadas,
de gestos aprendidos en centros
de reeducación para la ciudadanía.
Somos las tumbas donde reposan los huesos
de miles de millones de niños muertos.