Acepto el dolor, como si eso importase,
los yonkis hacen crucigramas en la calle,
niños en clase, hora de largarse,
en el parque sus padres en traje escondidos, demasiado tiempo,
nunca es el momento de contar lo del curro,
se acaban los trucos, ya no hay dinero,
cualquiera puede ser un delincuente.
Acepto los muertos, aprieto los dientes,
al menos ellos saben que esto se acaba,
ladran los perros palabras de hierro,
el miedo relente y yo muy pendiente,
he vivido más con mi abuela que con cualquiera de ellos.
Acepto el momento y cruje tu cama al hacerlo muy fuerte,
apago la alarma, te lamo la cara, termino en tu boca,
nadie me espera,
acepto la calma.