Nos reconocemos en la sangre, en la bilis, hambrientos,
ese dolor, la vida,
ahí,
en los vasos de infamia y sudores fríos,
de lenguas locas, la muerte,
los ojos rojos y las manos rotas,
bestias suicidas, nosotros, impostores
mentirosos de cuchillo, nosotros, la ofensa,
la lluvia incapaz, nosotros, el desencanto:
crueles, inhumanos, antipersona,
infrahombres desnudos ante el puto chiste, la vida,
sí,
la puta broma continúa.