En la calle más oscura
como siempre,
si maté a mi Yo
es porque se lo merecía,
abriéndome las tripas bajo el puente,
aquel donde soñaba que algún día dormiría.
Ahora mira, no hay pozo al que no me asome,
con más muescas en mi pecho
de las que admitiría
y sin embargo,
sigo durmiéndome al alba velando,
por si no compadece el día
y tengo que ir con la parca remando.
Hace tiempo que no miro mi reflejo en el espejo,
con un palo entre los dientes
voy cruzándome a los muertos.
Hace tiempo que ya nadie te besa,
pongo flores en tu tumba
pero tú ya estás despierta.