Profetas del apocalipsis
apologetas del fin del mundo
emisarios de la nada
y conspiradores de la noche
que aun no nos hemos ido,
acaso no estamos castigándonos
con vidas penitentes,
acaso no enfrentamos la muerte
por los caminos flagelantes de la culpa
que nos autoinfligimos.
Acaso mártires de brazos cortados
adictas a drogas que no drogan
sondeadores de pozos emocionales
púgiles de calle y equilibristas sin cable
desfaciendo entuertos de hambre y miseria.
Vida caníbal que todo lo engulle sin tregua,
dios nos es insuficiente,
nos libra el delito
pero sólo nos salva
la ternura.