martes, 1 de mayo de 2012

El juego

Flag, 2010. 50 x 70 cm.  Oil on canvas
Flag, de Alexander Tinei

Siempre hablábamos del juego,
de estar en el juego
de salirse del juego.

Todo el mundo sabe qué es el juego:
vivir en una casa,
mantener relaciones laborales
familiares
vaginales
o anales;
distraerse con fórmulas de entretenimiento de masas
públicas o privadas,
alternativas o marginales,
autogestionadas;
Buscarse y encontrarse,
elegir las preguntas adecuadas para las respuestas dadas,
tener una idea,
cierto criterio,
una adicción común
o alguna enfermedad clasificable.

Algo a lo que agarrarse.

Y nos agarramos
apretando los labios y sellando la boca,
para que no salgan por ella
todos los caballos desbocados
pisoteándonos los dientes;
cerrando las manos y clavando las uñas,
viendo como se separan las falanges
de nuestros dedos y tras ellas
la piel y la sangre y
todos los músculos
los ligamentos y los huesos
de nuestros cuerpos.

Ahora somos el dado sin bordes
la pila gastada
la carta mojada
el lapiz mordido:
la pieza que falta
o que sobra
en todos los juegos.