domingo, 9 de enero de 2011

Hasta luego Nikolay

Conservaba su cuerpo en alcohol
y mojaba sus labios
y sumergía el bigote
y bañaba su hígado
en ruso blanco:
1/2 de Stolíchnaya
1/5 de Kahlúa
y 1/3 de leche fresca.

Ropa vieja,
una biblioteca
de mercancía averiada
y un vacío
heredado
de una infancia bastarda.

El día que le visitó la muerte
iba tan ciego
el muy cabrón
que no vio la luz al final del túnel.

La resaca,
entre putas
obispos y banqueros.
El infierno,
una segunda oportunidad.