miércoles, 4 de julio de 2012

Ánomos

Ornitóptero (1962), de Fernando Zóbel

Quiero que le pongas mi nombre a este desastre natural,
que la lluvia sea tormenta 
y la brisa una galerna,
que el cemento sea barro 
y los cristales alquitrán.

Quiero que llores hasta la última gota,
hacerte sudar y escurrir tus venas 
hasta que los huesos claudiquen
derrumbándose sobre tus propios pies.

Quiero que te liberes de toda esperanza,
¡que te mueras!
que te engendres de nuevo y te levantes entre tus restos
y que grites como un recién nacido que no hay más ley 
que la del hombre herido.