sábado, 27 de diciembre de 2014

De-lirare

Siempre estuviste ahí
creciendo dentro.
Yo te amamanté, como a mis hienas.
Fuimos los dos un mismo grito
creciendo dentro del mismo fuego.

Te protegí
como una madre a su hijo yonki
y cuando vinieron a buscarte
te ocultaste en alguna grieta que no pude
o supe tapiar, agazapado
esperando a que me marchitase yo químicamente.

Se fueron los buitres.
Me recogiste en la cima, destripado, los huesos rotos;
me levantaste para ensuciarme de nuevo.
Fuiste para mi lo que el veneno al alacrán suicida,
la misma soga que me apretaba
el mismo viento que me apagaba.

Se fue mi brillo
y con él los días,
y nunca supe quién conducía.
Un suicida, un kamikaze,
hablando lenguas que no entendía,
lanzando golpes con mis manos
atizándome, como a las bestias,
hiriendo a otros por mis daños
de tantos años de rebeldía.

He apilado todos los cuerpos
y ya no quiero seguir matando.
Lo intenté conmigo, y no pude,
así que ahora, mi criatura,
será contigo que acabe el frío.

martes, 23 de diciembre de 2014

AGNI

Míralos cómo se administran,
dosificando el pánico como quien purga una caldera,
evaluando cada posible contingencia, 
cada pequeño desvarío,
calibrando la caída.

Cobardes.

Quiero alejarme del zumbido de la gran turbina,
de vuestras ruinas de cartón piedra, de las caras licuadas,
acabar con los susurros de sangre y las miradas de brea,
caminar desarmado,
a puño limpio.

Y entre el ser o tener,
pedir o delinquir,
producir o ser consumido;
ni ser,
ni tener.
Arder contigo.


lunes, 17 de noviembre de 2014

La verdadera historia de la nihilista Olga Liubatovitch, de Sergei Stepniak



Es el año 1883 y estamos en algún lugar difícil de concretar, probablemente Estados Unidos. Sergei Stepniak solo tiene treinta y dos años, pero ya conoce la cárcel y el exilio. También conoce el asesinato. Es el responsable directo del atentado terrorista que le ha costado la vida al jefe de la policía secreta rusa. Stepniak lo ha matado con sus propias manos, acuchichándolo con una daga en mitad de la calle. El atentado es una respuesta a la ejecución de Ivan Kovalsky, condenado a muerte por herir a un policía durante el registro de su domicilio. Stepniak ha aprendido a confiar únicamente en la justicia que puede proporcionar un cuchillo bien afilado.
Sergei Stepniak y Olga Liubatovitch coincidirán como miembros de Zemlia i volia durante varios meses, hasta que él tenga que abandonar el país dos años después del atentado que le había costado la vida al jefe de la ojrana. Stepniak nunca volverá a Rusia. Durante su exilio aprovechará para escribir un texto que funcionaba como uno de esos artefactos capaz de hacer saltar por los aires los cimientos de las ciudades. En él no solo describía los métodos utilizados por los nihilistas, sino que proporcionaba la información necesaria para desatar la tormenta. Y la tormenta estalló. La escisión de Zemlia i volia creó una de las sociedades secretas más numerosas y mejor organizadas de todos los tiempos, Naradnaia volia, La voluntad del pueblo. Con más de cincuenta células en distintas ciudades, los miembros de Naradnoia Volia serán responsables de varios atentados contra el zar Alejandro II, al que al final acabarían asesinando el trece de marzo de 1881.
“La verdadera historia de Olga Liubatovicht” había sido concebido para formar parte de ese artefacto incendiario que era el texto de Stepniak. De alguna manera, aquellas páginas funcionaban como un plano que permitía encontrar las claves que hacían posible detonar los explosivos. Aquel texto contaba la historia de Olga, pero también daba pistas sobre cómo huir de la prisión, burlar un cerco policial o escapar de un arresto domiciliario. Contaba la historia de Olga, pero también la de muchos otros que conectaban los cables para atraer las tormentas. Después, solo quedaban los gemidos de los muertos.

jueves, 25 de septiembre de 2014

HIENA "¿QUÉ ES LO QUE TE DIRÁN LOS TRAFICANTES?"


HIENA "¿Qué es lo que te dirán los traficantes?" es un fanzine tradicional, defectuoso, de la vieja escuela, realizado a partir de noticias de El Mundo, una guía contra el consumo de marihuana y un prospecto de la píldora del día después. También contiene ilustraciones y algunos textos automático-retardeds sobre la democracia, los gilipollas, las instrucciones de uso, Froilán, las opiniones y hasta un poema de Catulo.

Hasta hace bien poco, sólo un pequeño y selecto grupo había tenido acceso al fanzine. Lo retiré de la circulación antes incluso de ponerlo en circulación. Sin embargo ahora cualquier advenedizo hambriento de reflexiones down -como tú- puede conseguirlo fácilmente aquí y, de paso, echar un vistazo al resto de fanzines de ANTIPERSONA.

Aquí el desplegable central, para que no os llevéis a engaño:
(pincha sobre la imagen para ampliar)



miércoles, 24 de septiembre de 2014

En la azotea más alta de todas, sola,
apoyada sobre la barandilla, la cadera ladeada,
como a ti te gusta.
El sol de espaldas, sobre tus hombros,
y esa brisa que te recuerda a tiempos lejanos,
tiempos mejores.

Abajo, la gente.

Suena tu canción preferida,
esa que te da hasta vergüenza escucharla.
A veces duele, otras calma,
hoy te convence.

La gente es sólo un paisaje.
De cerca, la mayoría,
naturaleza muerta.

Apuras el vino o la cerveza, lo que más te apetezca.
Podrías coger impulso y saltar, como cuando hablas sin pensar,
volar unos segundos y estampar tu cabeza contra el suelo,
a ver qué pasa.
O tal vez coger un fusil de larga distancia,
recarga manual.
Seguro que más de una vez has soñado con el mecanismo del cerrojo,
apuntar y disparar,
recargar;
apuntar y disparar,
recargar.

Estaría bien,
pero ahora te incomoda la distancia,
los días lentos, las noches putas.
No sabes cómo decírmelo,
ya lo sé.
Yo también quiero ver arder la ciudad junto a ti.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Qué será esta vez

No sé qué es la paz,
yo no soy un hombre,
soy un campo de batalla,
un peso muerto con la forma de mi cuerpo
y todas las noches despierto preguntándome lo mismo
¿será esto lo que llamaban los griegos una vida de perros?

Tengo vínculos afectivos con animales de la calle
mucho más fuertes y profundos que con la mayoría de gente que conozco
y aun así siempre hay alguien que le da sentido a las noches
un banco, un bordillo, un portal y un pitillo;
ya no quedan trenes, han cerrado el metro,
a qué esperamos para saltarnos ya los dientes.

Siempre con la misma duda al doblar cualquier esquina:
qué será esta vez,
que sea rápido y no duela
que tengo un gato negro hambriento
esperando a que vuelva.

martes, 19 de agosto de 2014

Nada es verdad

Fue hace bastantes años. Estaba tumbado en el sofá del salón de la casa mi abuela viendo la típica película de sábado por la tarde. Un huracán amenazaba la tranquilidad de un pequeño pueblo estadounidense. Los protagonistas, una idílica familia norteamericana perfectamente integrada en una comunidad de honrados trabajadores y pequeños propietarios, resistían los embistes de una espectacular tormenta ciclónica que amenazaba con destruir todo por lo que los padres fundadores habían luchado en el pasado. Mi abuela llevaba un buen rato dormida cuando el estruendo de un relámpago que impactó en la pequeña iglesia de madera blanca la despertó súbitamente. Miró con horror la pantalla de la televisión: “qué desgracia, pobre gente”, y se volvió a dormir. Obviamente la iglesia no ardió. Milagro, USA.

Desde aquel día me fijé en algo en lo que antes no había reparado: que mi abuela, que por entonces debía tener casi 90 años, creía que casi todo aquello que veía fugazmente en televisión era verdad. Al contrario de lo que pueda parecer, mi abuela por entonces tenía intactas sus facultades intelectuales. La pregunta no es que cómo era posible que no pudiese distinguir la realidad de la ficción -al fin y al cabo ese tipo de efectos especiales eran bastante novedosos- sino que cómo sabemos nosotros, ahora, qué es verdad y qué es mentira.

Sigue leyendo

lunes, 28 de julio de 2014

INTRO

¿Queréis saber lo que pienso de todo esto? Os lo resumo para que quede claro: me parece una gilipollez. Una pérdida de tiempo. Lo que haya hecho Vera con su vida es cosa suya. Yo no tengo nada que ver, ¿entendéis? Dos o más personas follan, la mujer se queda embarazada, pare y a partir de ahí la vida, sin más, te va llevando por distintos caminos. Decisiones y eso, ya sabéis, el libre albedrío y toda esa mierda. Nadie elige en qué familia nacer, lo sé, pero ninguna madre elige a sus hijos tampoco. Lo que sucede después es cosa suya. Estoy hasta el coño del tema de la Culpa, del psicoanálisis y todas esas tonterías. Cada una hace con su vida lo que puede, tampoco es que tengamos mucho espacio. Dicen que al nacer tenemos frente a nosotras un mundo de posibilidades, vaya chorrada. Todas dependemos de las circunstancias, de la mierda de los demás, de las leyes, de la situación del país, de todo eso. El coño del que sales no es culpable de tu mierda de vida. Hay que asumirlo, no queda otra.

Recuerdo aquella noticia sobre una chica de 22 años que dio a luz a 10.000 metros de altura, en un vuelo de la compañía Turkmenistán Airlines. Esas cotillas tanoréxicas del personal de vuelo descubrieron al bebé en el inodoro. Chivatas. Al llegar a tierra la madre fue detenida y el cuerpo del bebé sacado en porciones con un cortador. Para que luego hablen de sorodidad. El artículo hablaba de filicidio, del síndrome de Medea y todo eso. Qué sabrán. La gente quiere saber las causas de las cosas, clasificar el horror, entender la crueldad para poder archivarla y poder dormir tranquila. Demasiada tontería. A veces se hacen cosas porque es lo que toca, sin más. ¿Conocéis eso de “un hombre hace lo que un hombre tiene que hacer”? Pues vale para todo el mundo. Sí, para nosotras también.

¿Que si quería a mi hija? Yo-qué-sé. No tenía tiempo para esas cosas, bastante tenía con lo mio, el alquiler, las facturas, la compra y todo eso. Lo que llaman supervivencia. Si fuese un animal no hubiese tenido que ocuparme de esas cosas, todo sería más sencillo... Y ni aun así. ¿Sabéis que muchos animales matan a sus propias crías? Lo vi en un documental. A veces lo hacen porque las crías son débiles, porque enferman o están heridas. Otras simplemente porque la madre no puede ocuparse de sus hijas, no tiene con qué alimentarlas o lo que sea, y decide quitarse el problema de encima. ZAS y adiós, así de fácil. Y nadie viene a preguntarles gilipolleces, los animales no quieren saber esas cosas. Ellos viven, matan, se alimentan, pelean. Viven, sin más. No hacen de cada tema una tragedia de la que se deba hablar constantemente.

No recuerdo mucho de aquel día, han pasado muchos años y no soy muy dada a remover la mierda, qué queréis que os diga. Abrí la puerta y ahí estaba ella, tirada en el sofá en bragas, medio dormida entre patatas fritas y porquerías de chocolate. Todo sucio, como siempre. Yo ya venía calentita de la calle, mira que le dije antes de salir que recogiese un poco, que sacase la basura y esas cosas. Pero NADA. Yo no soy esclava de nadie, ¿entendéis? Todo sucedió en un momento, sin pensarlo. No me estoy justificando, ojo. Cogí el cojín rosa con las dos manos y se lo puse en la cara. Apreté. Ella empezó a agitarse, como poseída. Me agarró de las muñecas. Creo que gritaba MAMÁ. Me clavaba las uñas, me hacía mucho daño, aun tengo las marcas. Yo seguía apretando, cada vez con más fuerza, más de la que normalmente tengo. Supongo que tiene que ver con el rollo ese de la energía extra que sacan las madres cuando su hija está en peligro, pero al revés. Seguí empujando, con todo el peso de mi cuerpo hasta que sus brazos cayeron. Dejó de moverse, llegó la paz. Solté el cojín y me fui a fumar a la ventana para no apestar de humo el salón. Luego supe que ella sólo estaba fingiendo, que no estaba desmayada. Hacedme caso, no os podéis fiar de ella, no. Vera no es de fiar.

miércoles, 16 de julio de 2014

CXCII

Nosotros, los condicionales,
los que un día dejamos el gas encendido y volvemos cada día con la broma del mechero
a ver si explota todo,
nos hemos acostumbrado.

Mientras ellos, los que voluntariamente sucumbieron al juego,
los que jamás entendieron el lenguaje monocorde de las neveras
y sin embargo comparten con nosotros los mismos humos,
nos muestran orgullosos lo que pudimos haber sido y obtenido
si no fuéramos, precisamente, como somos.

Simplemente nos fuimos a buscarnos y aun no hemos vuelto,
perdidos en ese uno mismo que es para nosotros el más lejano,
recolectores de alguna miel que aun no hemos probado
y asombrados todavía por el ritmo incierto al que estamos enganchados
como yonkis a una trampa que lleva años fuera del mercado.

sábado, 10 de mayo de 2014

Baja

Como un perro persiguiéndose la cola,
como Julius Van Daal escribiendo
Bello como una prisión en llamas,
desconcierto por una baldosa mal puesta
y cada paso suena como si pisase un puto charco,
el cálamo de una pluma de edredón de ganso clavándose en tu hueso occipital,
el sonido arrítmico de la taladradora de la obra abiertas las venas,
el chorro de la fuente de la acera la llave de paso rota,
como la generosidad de la tormenta llevándose a tus hijos muertos
balbuceando tu nombre en arameo y un cristal roto frente a tu casa,
soy yo, abre,
he venido a buscarte.

martes, 6 de mayo de 2014

CXC

hogar.
(Del b. lat. focārisadj. der. de focus, fuego).
1. m. Sitio adonde se sabe que siempre se puede volver


Sé lo que es una casa, he vivido en muchas:
dos en Piedralaves, dos en el Barrio del Pilar, una en Valdezarza y cuatro en Tetuán.
He dormido en camas pequeñas, de matrimonio, hinchables, sofás, esterillas, bancos, parques, playas, flotadores, jardines, suelos, escaleras, alfombrillas, felpudos
e incluso sobre un campo de fútbol de tierra a la salida de un after.

Podría dormir en cualquier sitio
pero nunca volver,
no siempre:
o ya no me dejan, o cambiaron de dueño, o lo movieron de sitio,
o ya no existe, o ya no quiero, o no lo recuerdo,
o está prohibido, o no sé volver.

A veces me gustaría experimentar cómo sería eso de saber que siempre se puede volver,
una cama con mi forma,
mi sitio en la mesa,
un rincón preferido,
mi foto en la pared,
una boca que sólo sepa mi nombre
o el abrazo seguro
tras cagarla otra vez.

viernes, 18 de abril de 2014

RENUNCIO

Renuncio a las ventajas de clase
a las rentas familiares y a las prebendas heredadas,

Renuncio a los privilegios de género
al atributo masculino y a los poderes del hombre,

Renuncio al beneficio de la raza
al provecho de acceso y al favor de los prejuicios,

Renuncio a los derechos como humano
al control de las especies y al dominio de otros seres,

Renuncio a la supremacía de la lengua
a la imposición de la expresión y a la autoridad del monopolio,

Renuncio al derecho y a la propiedad
al vigor de las cosas y al usufructo del esfuerzo,

Renuncio a los créditos de la identidad
a la rentabilidad del ego y a la capacidad del sello,

Renuncio a la vida, renuncio a la muerte,
renuncio a la mentira y al engaño existencial.

miércoles, 16 de abril de 2014

"Poor deluded fanatic": sobre Vera Figner en The Northern Star (03/071929)

Curioso perfil periodístico sobre Vera Figner en el periódico The Northern Star del 3 de Julio de 1929 a raíz de la publicación de "Memorias de una Revolucionaria". The Northern Star es un diario local australiano fundado en 1876 y digitalizado por la Australian Newspapers Digitisation Program (ANDP), un proyecto de la National Library of Australia. 

Para leer la transcripción automática y sin corrección dar a "leer más":

sábado, 12 de abril de 2014

Posibilidad

Oponerse al mercado de la carne,
a la existencia rentable, a su liquidez,
eludir sus indicaciones, negar sus pautas,
transvalorar, recuperar la infancia salvaje,
las rodillas con sangre, las palabras cortantes,
los vándalos, indómitos, hacer el cafre,
la bronca realidad, la risa cruel e inhumana,
la alegría como posibilidad.

martes, 8 de abril de 2014

La puta broma

Nos reconocemos en la sangre, en la bilis, hambrientos,
ese dolor, la vida,
ahí,
en los vasos de infamia y sudores fríos,
de lenguas locas, la muerte,
los ojos rojos y las manos rotas,
bestias suicidas, nosotros, impostores
mentirosos de cuchillo, nosotros, la ofensa,
la lluvia incapaz, nosotros, el desencanto:
crueles, inhumanos, antipersona,
infrahombres desnudos ante el puto chiste, la vida,
sí,
la puta broma continúa.

lunes, 7 de abril de 2014

Acepto la calma

Acepto el dolor, como si eso importase,
los yonkis hacen crucigramas en la calle,
niños en clase, hora de largarse,
en el parque sus padres en traje escondidos, demasiado tiempo,
nunca es el momento de contar lo del curro,
se acaban los trucos, ya no hay dinero,
cualquiera puede ser un delincuente.

Acepto los muertos, aprieto los dientes,
al menos ellos saben que esto se acaba,
ladran los perros palabras de hierro,
el miedo relente y yo muy pendiente,
he vivido más con mi abuela que con cualquiera de ellos.

Acepto el momento y cruje tu cama al hacerlo muy fuerte,
apago la alarma, te lamo la cara, termino en tu boca,
nadie me espera,
acepto la calma.

viernes, 28 de marzo de 2014

CAUTIO

No os equivoquéis, sé cual es mi lugar,
con las hienas en el sótano
riendo sin parar, les digo:
tomad aquello que os habíais prometido
y olvidad por un momento que ya no sois humanos;
hermanos, vimos lo que hicieron:
encriptar los atributos y negarnos
las señales fluctuantes y el olor de sus toxinas
que es más fuerte y más real
que todos los miedos de este mundo.

jueves, 27 de marzo de 2014

YONKI

Podríamos ser adictos,
deberíamos probar todas las trampas
y coger todos los atajos,
castigarnos los dientes sobre un colchón de muelles
y escupir semen contra las paredes porque por más que lo intentemos
nunca seremos yonkis,
no lo suficiente,
por eso volveremos donde siempre
sin mirar los restos de otra gente.

domingo, 23 de marzo de 2014

Supernova

Las máquinas se desgastan por el uso y el paso del tiempo,
los huesos se astillan, las hojas caen,
el mar se evapora, la carne se pudre,
las estrellas más pequeñas se consumen
y las más grandes colapsan y estallan,
el momento se olvida,
los planetas se estremecen,
hacen rizos, desaparecen.
Para qué hablar de enfermedad
si es la vida reducida a nuestros miedos.

jueves, 13 de marzo de 2014

Las hojas muertas flotan sin saberlo

Hacemos lo que hacemos porque es lo que hay que hacer
ni buenos ni malos ni tiempos verbales
que los bosquimanos no puedan entender,
observar como extraños a la gente pasar,
malgastando el tiempo como si no fuese nuestro
y escuchando los secretos de los presos sin techo:
las hojas muertas flotan sin saberlo.
Todo lo que hacemos es para volver a lo mismo
descubrir tras el primer golpe que no somos de cristal
y las trampas en la cama para volver a sentir el mareo
porque todo pasa en un mismo momento
y eso lo entendimos:
las hojas muertas flotan sin saberlo.

sábado, 1 de marzo de 2014

ENEMIGO

Enemigo de lo concreto,
de los siempre inmunes, siempre enteros,
de las noches sin tacha ni barro
que se deslizan sin rozar el asfalto,
de los humanos yunque,
de las viudas sin perro,
de los pasados sin herida y de las heridas sin huellas,
de los acuerdos en blanco, sin bajas ni parto,
de los huesos sin muesca y de las lenguas rectas,
de las botas limpias, del maquillaje entero,
de las camas hechas y de los hechos claros.

Enemigo de todo,
la vida conflicto,
romperlo todo y olvidar el resto sin echar cuentas.

Ni un día sin guerra
ni guerra sin tregua.

jueves, 6 de febrero de 2014

DSM-IV-TR

Tiene gracia que seas tú el que lo diga
después de tantos años andando tan perdido
metiendo la mano en gargantas ajenas
sujetando bien fuerte para después soltar el grito.
Es curioso que siempre tengas la palabra
girando el cuchillo a ver si sale pincho
es muy fácil jugar al precipicio
si no es tu sangre la que escupe la miseria
de fallar hasta las malas
por si toca otra vez juicio.
Te agarro hasta la muerte y tú ya me lo has dicho
las cosas son así
y tú nunca te has ido.

lunes, 27 de enero de 2014

Las notas de suicidio de Mitchell Heisman

Mitchell Heisman
Mitchell Heisman
"Ya está, he cumplido mi parte. Quiero morir y que muráis conmigo". Así nos avisaba esta madrugada uno de los colegas -me niego a llamarle compañero- con el que hace más de tres años formamos un grupo de traducción de la nota de suicidio de Mitchell Heisman. Lo constituimos al poco de conocer la noticia, una mañana muy temprano, cerca de Atocha. Era un bar de esos donde acompañan la cerveza con una "tapa" de aceitunas de lata y patatas chips, algo contra lo que siempre me he rebelado: o aceitunas de verdad, marinadas, o patatas de verdad, fritas. Si son chips, por lo menos que tengan unos boquerones en vinagre encima. 

El 18 de septiembre del 2010 Mitchell Heisman se pegó un tiro en la cabeza el frente a la Memorial Church de Harvard durante una visita guiada por el campus. Heisman tenía 35 años, había estudiado psicología en la Universidad de Albany y residía en Somerville (Massachusetts) viviendo de la herencia de su padre y trabajando en algunas librerías de Boston. Unos minutos después varios amigos, compañeros y conocidos suyos recibieron un email preprogramado informándoles sobre su plan suicida con un archivo adjunto de casi 2000 páginas de lo que él definió como un experimento nihilista:
"Ahora, antes de volarme los sesos, me gustaría señalar que la cuestión central de este texto no es la biología, la raza, o la tecnología, sino que es el nihilismo. En última instancia, esto es un experimento sobre el nihilismo. Cada palabra, cada pensamiento y cada emoción vuelve al problema central: la vida no tiene sentido."
Las notas son una acertada y a veces delirante crítica contra los derechos humanos, la democracia liberal, el materialismo, el igualitarismo, la modernidad, la antiguedad, etc. Están organizadas en cuatro partes:

Exordia
La libertad de expresión a juicio
Un experimento nihilista

Part I
Dios es tecnología
El genio sedicioso del pene espiritual de Jesús
Pureza absoluta

Part II
Una vendetta llamada revolución
Los conversos consanguíneos
La creación de Dios y la evolución del suicidio genético

Terminus
Conclusión
Bibliografía

La traducción se publicará de forma gratuita y online bajo la licencia CC Reconocimiento – NoComercial – CompartirIgual (by-nc-sa). Se difundirá a través de la blog de la revista NADA y demás satélites.

lunes, 20 de enero de 2014

Siempre he querido tener un hijo

Una de las pocas cosas claras que tengo en mi vida
-tal vez la única-
es que quiero tener un hijo.
Algunos dirán que es una excusa,
-tal vez la única-
para no tirarme de cabeza desde un séptimo piso
para no pegarme un tiro con la pistola que me regaló mi padre
para no desentrañarme con la espada de oficial de la marina de mi abuelo.

Es posible, pero los Algunos siempre me han dado igual.

Quiero tener un hijo sin madre
un hijo con el que mear en las esquinas,
como los perros,
un hijo inoportuno, maleducado, conflictivo,
tal vez un hijo Down
que quiera ser de mayor una peonza
un libro o un cuchillo,
lo que sea,
y que aúlle por las noches
que muerda por el día
que me diga "tú quién te has creído que eres"
y que no me lleve flores al cementerio
porque la única lección que habrá aprendido de su padre
será la de siempre esconder bien el cadáver.

lunes, 13 de enero de 2014

CASQUERÍA

-¡Ya estamos!- dice en voz alta mientras el resto de los clientes se dan la vuelta hacia nosotros haciendo sonar las sillas.-Ya tenemos a otro hortera y cursi de ciudad incapaz de comerse un buen plato de toda la vida. No, ahora todos los mamones quieren comida bonita, alimentos empaquetados con abrefácil, sin grasas y que no huelan. No, hijo, aquí la tapa la regalamos y ponemos lo que queremos. ¿Que no quieres comértela? Pues no te la comas. Aquí nos gusta la cocina de verdad, la cocina gore hecha con riñones, pulmones, tripas, sesos, patas, morros, orejas, huesos, médulas, ojos, hígados, corazones, lenguas, criadillas, mollejas y rabos. La casquería es el último bastión contra la estupidez moderna. Ahora todos quieren reducciones, platos sofisticados y enormes que parezcan un lienzo abstracto. Cocina de maricas hecha por cocineros maricones que se creen filósofos y artistas. Me pueden comer la polla. Cocinar unas vísceras es algo grandioso, se necesita mucho tiempo y mucha mano para hacerlas comestibles. La cocina de siempre, la de verdad, la de toda la vida, es uno de los grandes milagros. Lo demás son gilipolleces de paletos de ciudad que se creen que los fogones son instrumentos de creatividad. No, las cocinas son salas de autopsia y en los fogones todo es muerte y sangre, vísceras y cadáveres en descomposición. Esa es la verdadera civilización: el ser humano transformando todo ese dolor animal en algo comestible. ¡¿Te has enterado?!

lunes, 6 de enero de 2014

Nuestra canción preferida

Quisieron eliminarnos,
acabar con todo,
destruir nuestras siete mil millones de ojivas por fundición con trinitrotolueno,
humillarnos como a un Jesucristo deficiente y retrasado
y enmarcarnos con paspartú de maderas innobles
-o tal vez con una mandorla, más piadosa-
para que reírse con sus bocas de dientes podridos.

Se olvidaron de los ladridos de los perros del sótano,
de las cabras cibernéticas con cuernos de angustia,
de los niños violentos de los batidos sangrientos,
de los ancianos seniles, del rencor y la ira,
del agravio.

Quisieron deshacerse de nosotros,
poner una cifra bajo nuestra fotografía
pero ahora es tarde, se equivocaron,
la sangre no olvida y la vida reclama:
ellos o nosotros, y serán ellos,
pasarán por el fuego de nuestra canción preferida.

jueves, 2 de enero de 2014

Línea 2

Sentada en el vagón me tapo la cara
para no ver las miradas sucias,
los ojos tristes,
las colas de artistas y mendigos que se forman en cada estación,
los dientes torcidos del bostezo,
el reflejo trágico,
el gesto torcido
y las caras de asco por el olor a personas,
demasiadas personas.

El metro se para de nuevo,
se abren las puertas,
aprovecho para respirar un poco y levanto la vista:
fue en esta estación y no puedo evitarlo,
he vuelto a mojarme al recordarlo.