miércoles, 2 de noviembre de 2016

épitaphe

No soy humano,
no soy persona,
no soy gente
ni mucho menos pueblo.

Yo soy mi única propuesta,
mi argumento,
la Idea.
Aquí mi cuerpo,
símbolo, bandera,
material de desguace,
chatarra,
la única trinchera.
Mi tiempo,
aliento de guerra.
Soy mi propio experimento,
mi cárcel y mi pena.

Nunca aprendí nada
a base de palos,
los golpes en todo caso
ponen a prueba lo sabido.
No adapté mis valores
para tranquilizar mi conciencia,
es mi espíritu quien retuerce
el rumbo de mi existencia,
es mi cuerpo el que integra mi ser
y no mi ser el que se acomoda a mi presencia,
es aquello en lo que creo mutación de mi vida,
no mi vida calderilla
de algún tipo de creencia.

No mendigué validación externa,
elegí la vía dolorosa y ella me acogió
como a un perro mil leches.
No pediré perdón,
prefiero dar las gracias.
Gracias por existirme,
gracias por golpearme,
gracias por vivirme hasta sentir
la soga constreñir mi cuello
y aguantar,
con el ánimo de las hienas,
esta maldita condena.

martes, 27 de septiembre de 2016

Balaclava


El otro día no podía dormir -para variar desde hace casi veinte años- y decidí recopilar algunos ¿poemas? en un fanzine vertical, editarlo y publicarlo en ANTIPERSONA. Soy muy pudoroso con mis cosas y además si me lees aquí ya sabrás de qué voy y de qué va lo que hago, así que sobran explicaciones. Puedes hacerte con "Balaclava" en la página de la editorial, en alguno de los puestos que ponemos habitualmente en plazas y ferias o robándolo en algún sitio. 

lunes, 5 de septiembre de 2016

Ἀπολλύων

Enemigo de las ideas hogar,
de las doctrinas redentoras,
de las promesas con final feliz.
Detrás de la escena del beso en el puente
el eco de los muertos
colocando las piedras con sangre
sobre una madriguera.
No,
no creo en caminos que alivien mi espíritu,
no quiero conservar nada
ni volver a ninguna parte.
Yo no tengo alma.
Soy un animal acosado por su ser,
un humano,
las alimañas más retorcidas sobre la Tierra.
No quiero ser feliz con el permiso de la gente,
prefiero escabullirme en silencio,
como una serpiente,
o inmolarme abrazado al momento
ensordeciendo con un pitido agudo y eterno
el ruido de las excavadoras.

viernes, 19 de agosto de 2016

Hyaenidae

Yo tampoco sé de qué huye el viento
ni por qué aúllan los perros de la calle
todas las noches
a las cinco de la madrugada.
Sé que todo esto no va sobre mi,
yo no soy nadie,
he perdido la cuenta
de las veces que me he matado
y sospecho que aun me faltan
un par de muescas a cuchillo
en el tronco del ciprés que a mi píes
siempre espera.
He metido a ciegas la cabeza en cada pozo
con el que me he cruzado,
conozco el lodo,
el olor a mierda taponando mis fosas nasales
mientras me pintaba, con estas manos,
la cara de guerra.
Lo he quemado todo varias veces,
tendrías que verlo -te encantaría-
los ojos de hollín
rotos los nudillos
ladrando a colmillo visto
mientras me alejaba.
Ahora es distinto,
ya no huele a cadáver,
las hienas ríen conmigo porque
pese a todo
aun conservo todos los dientes.

viernes, 29 de julio de 2016

dovşan

Veo el futuro como un precipicio -quiero precipitarme.
Huele a sangre el instante tras cada mentira
y morimos con ella para seguir existiendo.
El origen de todo es el sufrimiento.

El estado devora a sus hijas y exige su ofrenda.
Sacrifica tu cuerpo,
hazlo por él,
entrégale tu aliento como si fuese tu amante,
perro fiel.

Personas,
malditas personas. como tú.
Tienen ojos de conejo sorprendido de noche 
por las luces de un coche 
en medio de la autopista.

No eres nadie, todo es en vano, 
una vela en un candelabro.
Si tu llama arde 
o se apaga no importa,
nadie lo verá jamás.

Por cierto,
el conejo muere atropellado también.

domingo, 24 de julio de 2016

психоз

Yo tampoco entiendo a la gente.
De pequeño soñaba con despertar
en una ciudad desierta
donde los pájaros piasen durante todo el día
como ahora sólo lo hacen
al amanecer.
Subiría a lo alto de una colina,
a las afueras,
y rodeado de fieras esperaría a la luna
para comprobar el hambre que el fuego nos guardaba.
Pienso en ello todos los días,
intentando engancharme al recuerdo súbito de un olor,
un golpe seco en la nariz,
alguien gritando a lo lejos su nombre
y que todo lo demás se desvanezca
aunque sólo sea por un instante.
Seguiré caminando bajo la tormenta
buscando el abrazo del rayo.
Esta vez no te soltaré la mano.

domingo, 29 de mayo de 2016

KAIMNARG

Si se hundía el barco
se ahogaba con él,
si ardía la casa
se tumbaba dentro esperando,
si llovía de noche
caminaba despacio levantando el mentón
los ojos cerrados, la lengua fuera,
las palmas abiertas como en el qunút.
Le negaron el cuerpo
verbo del único acontecimiento,
a él, espíritu epifánico,
hijo de la geometría sagrada,
nacido, como todos,
en un ritual sangriento.
Ni crimen
ni fallo
ni error,
un humano envenenado -como todos-
que probó la alquimia y transmutó en ocaso,
en un triste adormecer.


viernes, 6 de mayo de 2016

0

Hoy prefiero que piensen que miento,
que me siento culpable hasta de haber nacido.
Vine al mundo con las manos
manchadas de sangre
-como tú-
con el cordón umbilical enrollado
alrededor del cuello
y un cuerpo que antes fue cárcel,
también isla, a veces incendio,
otras tenue llama parpadeante
pendiente de tan solo un suspiro.

El que cree pierde,
lo aprendí por ahí.
La piel que ayer mordí
hoy son partículas de polvo
y aquello que dije el otro día
probablemente nadie lo recuerde ya.
Y qué le hago,
si los Otros son castigo
y los míos están lejos,
si algunos están muertos
y ellos son los menos,
si soy El Único y a la vez el resto
de todas mis versiones.

Qué importa,
asesiné al condicional
junto a las basarawa
mientras me limaban los dientes
y aun escucho al alba voces
que permanecen en absoluto silencio sepulcral.
Que hablen, que digan
eres un bosque 
y una noche de árboles oscuros,
un subterfugio,
el secreto sin espinas
bajo aquellos cipreses.

martes, 5 de abril de 2016

Ya xtal te slamalil kinal

En la calle más oscura
como siempre,
si maté a mi Yo
es porque se lo merecía,
abriéndome las tripas bajo el puente,
aquel donde soñaba que algún día dormiría.
Ahora mira, no hay pozo al que no me asome,
con más muescas en mi pecho
de las que admitiría
y sin embargo,
sigo durmiéndome al alba velando,
por si no compadece el día
y tengo que ir con la parca remando.
Hace tiempo que no miro mi reflejo en el espejo,
con un palo entre los dientes
voy cruzándome a los muertos.
Hace tiempo que ya nadie te besa,
pongo flores en tu tumba
pero tú ya estás despierta.

lunes, 4 de abril de 2016

Amor fati vaffanculo

Quiero morirme meciendo a un recién nacido,
hablarle del cuerpo,
martillo y clavo,
cuchillo y herida,
también tormenta en un bosque,
fértil como una voluntad generosa.
Hablarle del carácter salvaje del espíritu,
de los fugitivos
cimarrones
nizaríes
de las Guerras Serviles
y de las que roban en los supermercados.
Acariciar los puntos blandos de su cráneo
como sólo se acaricia a un animal
o al amor de tu vida
-es decir, tu perro-
con la nariz sobre su frente
pensando en todos los golpes
que no podrá esquivar.
Niño,
que la tierra te sea leve
mientras vivas,
que no hay carga más pesada
que un instante
sin libertad.

miércoles, 23 de marzo de 2016

суларсан

Me dice que estoy muerto por dentro
pero ya no suena a amenaza,
suena a río escuálido arrastrando hojas secas
palos y cuerpos morados,
a frenos hidráulicos del camión de la basura
bajo la lluvia
de madrugada.
Suenan los dientes,
las uñas rotas
las gatas en celo
y las persianas bajando.

Los muertos que guardamos
hace tiempo que nos olvidaron,
el niño que escondimos en el sótano
se murió de inanición
y todas las flores que cuido
son de alambre forrado de plástico
como las arterias de un pulmón.

Lo que te llevas nunca fue mío
y lo que es mío,
recuerda,
hace tiempo que marchitó.


sábado, 12 de marzo de 2016

קאַפּ טויט

Sola,
estoy sola,
tan sola como el rompeolas
donde ya nadie va a saldar sus cuentas
como antes.
Y a veces pienso en ti.
Tal vez ahora mismo un desconocido
se cruce en tu camino
y con una sonrisa de niño de fuego
te raje el cuello con un trozo de cristal.
¿Cuántas moléculas de cadáver respiramos cuando bostezamos?
¿Cuánto polvo de muerto tocamos al acariciar nuestros cuerpos desnudos?
Cuánta muerte llevamos
cuánta muerte pensamos
cuánta muerte besamos, mi vida,
si todo me sabe
a restos de otros.

sábado, 27 de febrero de 2016

черная легенда

Tengo las tripas abiertas,
tratando de empujar las vísceras adentro,
si acaricio el cuello de los quebrantahuesos
todo lo claro se enturbia.

Fuego al juego y si arde que arda,
en la cumbre más alta cantan baladas
plumas y pieles, collares de dientes,
las niñas salvajes,
mis hijas amadas.

No volveré a asustarme en medio de la carretera,
seré más audaz, como las hienas,
un huracán con nombre de hombre
un hombre sin pasaporte
un norte sin rumbo
una herida rotas las venas
un loco sin truco
y un arma corta distancia
porque hierro que hiere y mata no dobla,
pero se oxida.

Paciencia,
antes tormenta que calma.

miércoles, 17 de febrero de 2016

PVTX

Sé que soy de la muerte
pero hay fríos que sólo la vida abriga.
A ella le pido
que el hambre sólo sea un capricho
y las noches no tengan modales,
que las calles huelan a recién nacido
y sus árboles sean frutales,
una cama sin relojes
y flores sobre el pecho,
un mono con navaja
que me traiga joyas a casa,
una casa sin techo
rodeada de velas e incienso,
una habitación en llamas
con la policía dentro
y tu beso antes de irme
por si me llevan preso.

jueves, 28 de enero de 2016

Incivismo y vandalismo

“Si los legisladores rehúsan considerar los poemas como crímenes, entonces alguien tendrá que cometer crímenes que sirvan la función de la poesía, o textos que posean la resonancia del terrorismo.”
Hakim Bey
El civismo es uno de los discursos ideológicos predominantes entre las autoridades políticas y mediáticas. Tal vez porque saben y recuerdan que cada estallido en los barrios, por mucho que intentasen reducirlo al “vandalismo urbano” para limitar su dimensión política, hace tambalear su pretendida paz social. El civismo es una concepción totalitaria de los cuerpos y los espacios, un falso consenso impuesto a través de la normatividad social e individual producto de la mediación integral de las instituciones en las vidas de y entre las personas, expresada en última instancia en el código penal. Al resultado de esta sutil desposesión, al rendimiento de la apropiación por parte de las instituciones políticas, económicas, culturales y sociales, se le llama ciudadanía, cuyo espacio natural es la ciudad.

sábado, 16 de enero de 2016

No sabemos

Nací con el cordón umbilical
enrollado alrededor del cuello
y desde entonces supe
que no había nadie manejando la máquina.

Florecemos en jardines viejos
custodiados por alambradas de espino
tierra estéril
impotente
cuyos surcos, antaño nítidos,
demasiado rectilíneos,
se confunden hoy con los garabatos a machete
de alguna niña bandida.

Y no sabemos ya nada.

No sabemos seguir el rastro
de un animal moribundo,
ni que al encontrarlo basta con acariciar
su pecho ensangrentado, tembloroso y caliente,
susurrarle palabras de amor al oído
crepitando
abrazándole
sincronizando nuestro ritmo cardíaco
bumbum
bumbum
bumbum
y en un gesto tórrido
como un beso de hambre,
le partimos el cuello,
posamos su cabecita de santo en el suelo
y lloramos,
porque estamos solos aquí abajo.

No sabemos estar solos
nunca llegaremos a estarlo del todo.
Danzamos como peonzas
entre provocaciones,
muertos de miedo, perros apaleados
y luego abandonados,
atrapados en un solar de cemento
desquiciados.
Cuando cae la noche aullamos
y nos acurrucamos, vencidos,
soñando que jugamos
al atardecer de un cálido verano
la espalda sobre la hierba todavía húmeda.
Nos despierta una caricia en el lomo y mordemos,
apretamos,
arrancamos y huimos tragándonos su sangre
entre latidos de llanto.

Porque no sabemos.
No sabemos nada.

martes, 5 de enero de 2016

VXTVM

Yo no tengo antepasados
sólo hilos de sangre atravesados,
pentagramas invertidos marcados a hierro,
carne muerta, letra escarlata, obra negra.
Las niñas silban la marcha fúnebre de la Reina María
mientras juegan con las vísceras
que aun palpitan.

Yo soy el primer hombre,
la única Historia,
sangre nueva, fecunda y tóxica,
una noche cerrada en un campo de grillos,
un fuego lejano,
el intervalo.

No quiero ser el genocidio de nadie,
aunque a veces sea ineludible,
sino el aullido que rompa la paz de los muertos
o el silencio,
la rama que quiebra calcinada
y cae sobre la tierra ajada.

El fin del mundo llegará
cuando devuelva a la tierra
mi aliento
mi carne y mis huesos,
dos cuervos sobre el pecho.
Mi ofrenda para las hienas.