viernes, 27 de abril de 2012

Yo soy el único que puede matarme

Volianihil, de Fabi White

Cuando aun era un chaval quería invadir Estados Unidos
con un ejército de quinquis y yonquis
mientras me esforzaba en la cama por concentrar
todos los miedos de toda la gente que no conocía
en mi interior.

Sólo conseguí tener pesadillas
y una derrota anticipada.

Más adelante
entre abogados y mudanzas
fui perdiendo libros y recuerdos y pensé
que sólo quedarían mis lienzos y un kalashnikov con balas de pelo de cerda;
sólo logré mutilar las noches de sueño y darme cuenta
que los miedos de los demás seguían confinados
como parásitos entre mis huesos.

Lejos quedan ya las noches de ser padre soltero
de vivir debajo de un puente
y esperar a que aprieten el gatillo por mi.

Yo soy el único que puede matarme
y ahora sé
y siempre supe
que soy lo suficientemente cobarde y valiente para hacerlo
cuando ya no sea necesario.

lunes, 16 de abril de 2012

Escribir no es cosa de mancos

Cuando se reconosció el armada del Turco, en la dicha batalla naval, el dicho Miguel de Cervantes estaba malo y con calentura, y el dicho capitán... y otros muchos amigos suyos le dijeron que, pues estaba enfermo y con calentura, que estuviese quedo abajo en la cámara de la galera; y el dicho Miguel de Cervantes respondió que qué dirían de él, y que no hacía lo que debía, y que más quería morir peleando por Dios y por su rey, que no meterse so cubierta, y que con su salud... Y peleó como valente soldado con los dichos turcos en la dicha batalla en el lugar del esquife, como su capitán lo mandó y le dio orden, con otros soldados. Y acabada la batalla, como el señor don Juan supo y entendió cuán bien lo había hecho y peleado el dicho Miguel de Cervantes, le acrescentó y le dio cuatro ducados más de su paga... De la dicha batalla naval salió herido de dos arcabuzazos en el pecho y en una mano, de que quedó estropeado de la dicha mano.
Tal vez el haber estudiado en un colegio francés me haya inmunizado contra la fobia adolescente anticervantina. La primera obra que leí de Cervantes fue el entremés El Retablo de las Maravillas y me gustó tanto que me apunté voluntariamente al grupo de teatro que la iba a interpretar, salvando mi vergüenza y sorprendiendo a todos pues aunque entre mis iguales -compañeros de clase- se me tenía por hablador y vacilón, el profesorado creía que era medio autista; unos pocos años antes una profesora concertó una reunión con mi madre para decirle que yo era mudo. Lo cierto es que yo simplemente había decidido no dirigirle la palabra pues ya desde el primer día de clase me di cuenta -por como trató a un compañero daltónico- de lo imbécil que era. Además por aquellos años tenía otros asuntos de los que preocuparme: de un día para otro decidí dejar de ser zurdo y escribir con la derecha; durante varios meses de transición me liaba con los conceptos de izquierda y derecha, un problema que por lo visto era y es muy común en la política europea. El personaje que interpreté fue a Juan Castrado, el más débil y crédulo de toda la obra, el primero en ser engañado, el propietario de la casa donde los estafadores montaron el retablo. Al menos fui, durante un corto periodo de tiempo, propietario de una casa. Creo que ese personaje, al igual que el coqueteo con la dislexia, es un buen arquetipo del ciudadano medio español.

Todo este asunto cervantino viene a cuento porque, al igual que él, estoy temporalmente impedido de la mano derecha y, al igual que él, fue por una cuestión de honor. Porque sólo el honor -y la estupidez- pueden obligar a un tipo como yo, que no ha jugado al fútbol desde hace diez años, a hacer de portero en un partido nocturno en una cancha municipal de Vallecas sin iluminación contra cinco quinquis ecuatorianos de 15 años tras salir borracho de un concierto (de Sideband), calzando botas militares de punta de acero, y lanzarme cual Arkonada (o Casillas, para los más jóvenes) para parar una volea alta sabiendo que mi brazo no me acompañaría pues, duele decirlo, ya se me había salido el hombro en dos ocasiones (cogiendo olas en la playa de Gros de Donosti hace cinco años y peleándome en la Plaza del Carmen de Madrid hace tres). Resultado: la mano rota, la muñeca con fractura ósea aguda y el hombro dislocado. Es decir, estoy enyesado y no podré escribir, ni contestar emails pendientes, durante unas cuantas semanas. 

Este post es, junto con mis deberes laborales, el último esfuerzo de escritura con la mano izquierda que haré -creo- durante un tiempo, mientras la derecha reposa con dolor. Ruego me disculpéis si estabais pendientes de alguna contestación por mi parte o queríais leer, por extraño que sea, nuevas ¿poesías? en este espacio. De todas formas soy bastante incoherente así que estoy seguro que en algún momento romperé con mi descanso para seguir castigándoos con mis textos.

Yo que siempre trabajo y me desvelo
por parecer que tengo de poeta
la gracia que no quiso darme el cielo.
Miguel de Cervantes

martes, 10 de abril de 2012

KIT ESPECIAL SUICIDIO ANTICRISIS


En colaboración con la asociación Podemos (Asociación por el Derecho al Suicidio) y la Asamblea de Apoyo al Suicidio (ASS) presentamos el Kit Especial Suicidio Low Cost Anticrisis para un suicidio fácil, cómodo, eficaz y muy barato.

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viernes, 6 de abril de 2012

¿Quién eres?


El mundo es un tiempo que nos inventamos en algún lugar,
una conjetura lo suficientemente pequeña
para que podamos mirarla
sin sentirnos incómodos.

El pasado es un cadáver que perdimos en algún momento,
olor que camuflamos con flores muertas
cuyo perfume
aun nos hace dudar.

Insistes en preguntarme:
-¿Quién eres?
-Soy la suma de todos los tropiezos de un niño gordo y rubio con sus propios pies, una piedra en cada mano y una sonrisa de clavos blancos apretada bajo un traje hecho de piel.

Antes de responderte tú ya te has ido y yo sólo puedo
tragarme la lengua y dejar de respirar.

miércoles, 4 de abril de 2012

DOPAMINA quiere saber vuestra opinión (importante)



En este enlace os preguntamos a todos sobre la posibilidad de crear un concurso literario. Necesitamos vuestras opiniones como lectores, como escritores o como simples opinadores. Es importante para nosotros. Las opiniones pueden dejarse en los comentarios del mismo post.

Dopaminaediciones.com