jueves, 24 de marzo de 2011

Sucede

Sucede
que mi corazón se pasa de vueltas
se agarrota la turbomáquina
de humo negro y alquitrán,
y mis ojos turbios se nublan
se disparan de sus cuencas
y ya no sé adonde van.

Sucede
que todo el cuerpo queda preso
de mi otro cuerpo
que las costillas hincan hacia dentro
que los órganos se hinchan, amarillos,
y mis dientes violentos golpean
contra el suelo sus espadas
creando artificios de chispas y destellos
sin que yo lo pueda controlar.

Sucede
que ya no llega sangre a mis manos
que ya no llega sangre a ninguna parte,
sangre escondida
perdida
huida.

Y
su
ce
de
que intento escapar de mi carcasa
termodinámica y radioactiva
aislada con poliuretano,
y no puedo.

Sucede
y
yo
no
puedo.