sábado, 2 de julio de 2011

Memento mori

Jan Saudek, Temptation (1965)
He visto a hombres con honores
desplomarse ante la incertidumbre,
gigantes de aleación de titanio
suplicando piedad,
piedad,
piedad.

He conocido niños sin zapatos
marchar con valentía
y a un pájaro herido
tirándose desde una rama,
y caer,
caer,
caer.

Míralos:
cualquiera diría que fuesen inmortales
y algunos hasta se hipotecan
para comprar un agujero
donde caerse muertos,
muertos,
muertos.

No hay nada,
ni bueno
ni malo
que puedan hacer ya:
están condenados a luchar
contra el tiempo, el viento,
contra todos,
nadie,
da igual.

Al final siempre llega el final,
final,
final.