lunes, 7 de noviembre de 2011

Bicicleta

Siempre camino, siempre.
Camino aunque mis botas
sean bombas nucleares
cabalgadas por un hombre
con sombrero porque hay días
que no mueren margaritas
tras mis pies.
Camino cuando llueve y el barro
atornilla los tobillos
como manos
de niños que no quieren
ser abandonados
otra vez.
Camino con las manos
soy un mono herido
con un palo y una piedra
que no sabe ya porqué.
Siempre camino, siempre.
Rompí mi bicicleta
y no la supe reparar.