sábado, 29 de octubre de 2011

Blog de poetas que admiten críticas


Nunca pertenecería a un club que... ¡Qué típico!

Ya expuse en dos entradas lo que pensaba sobre la crítica, concretamente sobre la crítica anónima (I y II). El Blog de poetas que admiten críticas es algo distinto, muy distinto. Reconozco que cuando leí la propuesta por encima -muy por encima- pensé en que era otra propuesta cibernética de amiguismo y coleguismo bloggero (qué asco de palabra). Me equivocaba, es lo que tiene leer en diagonal. Tras un aviso de Mayte volví a leer la propuesta de nuevo y me interesó:
Esta noche he estado pensando que la poesía que se hace actualmente, la mía la primera, es la peor poesía desde el comienzo de la humanidad. Y cómo no vamos a ser malos hasta el sonrojo, si nos prohibimos la crítica y operamos con una falta de verdad que ni que fuéramos políticos españoles. Propongo por tanto hacer un club de poenautas que estén de acuerdo con dejarse criticar sus poemas.
He de reconocer que al principio Batania me caía muy mal. No le conocía pero ya odiaba a Iratxe. Iratxe por aquí, Iratxe por allá. Que se vaya a tomar por culo con Iratxe. Con toda esa legión cibernética haciéndole clubs de fans y coros rocieros. No le aguantaba. Los que somos un poco antisociales, tímidos o con algún tipo de fobia social repudiamos a ese tipo de gente. Además tengo una manía extraña hacia aquellos que recitan poesía públicamente, con excepciones (basadas también en prejuicios positivos). Supongo que está relacionado con lo anterior. Estoy siendo sincero, muy sincero. Empezó a caerme bien tras ver una entrevista con Paloma Corrales en la página de VeoGuadaTV. Le sigo sin conocer. Una vez me lo presentaron en un bar de barra de aluminio y bote de 10kg de aceitunas, y le he visto recitar en directo en un par de ocasiones en Los Diablos Azules de Madrid. Todo esto lo comento para que se entienda porqué yo rechazaba cualquier proyecto de este tipo (de este modelo, no de Batania) de antemano. Sin embargo mis prejuicios me fallaron una vez más (como con los hippies). Esta idea es muy buena. 

Es muy buena porque rompe con la dinámica de adulación gratuita y abre un campo de crítica sincera (o al menos bastante más sincera). Una crítica firmada, no anónima. Una crítica criticable, pero no por el autor de la poesía (en mi caso ¿poesía?) sino por otros participantes. Lo que haga luego cada cual con la crítica es otra cosa, no se trata de cambiar los poemas sino de ver por una vez la opinión real de otros al leer lo que escribimos. No estoy diciendo que eso no pase ya pero el porcentaje es mínimo. Esto podría ayudar a equilibrar la balanza. Tampoco sería divertido que todos los comentarios a cada entrada, a casa ¿poesía?, fuesen una corrección. A veces simplemente te apetece decir "olé tus cojones" de forma sincera. A veces sucede, por supuesto. Que siga sucediendo si es sincero, por favor.

El Blog de poetas que admiten críticas